CUENTOS DE VERANO (1)

A "Gusi", el gusanito de luz; le encantaba ver las estrellas. En un cielo negro, los puntitos de luz brillaban con claridad. Desde su charca, miraba los reflejos en el agua. Las piedrecitas del fondo donde se escondían los peces de colores. Los pequeños patitos que dormitaban entre los juncos y las cañas de la orilla. Su mejor amigo llegó como siempre saltando y resoplando.

-!Buenas noches "Gusi"- dijo la ranita.

-¿Cómo estás, "Sapi"?-preguntó el gusanito.

Hacía muchos años que se conocían. Jugaban todas las noches. Mientras "Gusi" iluminaba el camino; la ranita daba brincos para atrapar algunos molestos mosquitos.

-Esta noche va a ser muy especial-comentó la ranita- Hoy, llega el verano.Será una noche corta, pero muy calurosa.

Era verdad, hasta los cisnes metían sus cuellos en el agua para refrescarse.Por el aire, se escuchaba el batir de las alas de unas garzas que se acercaban al estanque. Las mariposas rozaban el agua y hasta una abeja se acercó para beber un pequeño sorbo, antes de irse a su colmena.

Al fondo, en el horizonte, se veía la ciudad iluminada. "Gusi" contemplaba el momento en el que los seres humanos, lanzaban al aire, los multicolores cohetes que estallaban en el cielo. Poco a poco, la noche se volvió cálida y brillante. Estaba llegando el verano. Cuando la luna salió detrás de unas nubes; "Sapi" y "Gusi", escondidos debajo de una hoja de girasol, soñaron con las playas barquitos de vela y mares azules.

©Manuel Sáenz Rodríguez. "Cuentos de Verano"